JOOO, ESA GUIAL SI TA WENA AO...

Despertar un día cualquiera a las 9 de la mañana con un alarido “AAAAAHHHH NO TENGO CORO...”, discutir de biología molecular o política monetaria de las Islas Fiji, hablar de temas tan variados como el bendito proceso para sintetizar una enzima o lo “wena que taba la guial” de anoche, son cositas que quedan muy grabadas en el inconsciente de un tipo común y corriente. Cosas que pasan cuando estás metido en la coyuntura de la vida lejos del hogar y te topas con gente de varios lugares de este planeta que nos va quedando cada vez más chico.

Te has dado cuenta como va pasando la gente frente a vos, algunos quedan en la retina otros en la cabeza, otros en el corazón. Yo tengo la teoría de que ninguno de esos por muy intrascendente que te parezca va a pasar sin dejar un mínimo rastro en tu carácter, o en tus ideas, o en tu forma de expresión, o en tu forma de vestir, etc.

Este es mi homenaje a una persona como muy pocas que haya conocido, con quien tuve el privilegio de compartir ideas un par de años, aquel “preclaro logopeda, núbil e impertérrito, sin afán de himeneo, en búsqueda de alguna pelandusca para desatar inquina misógina en decúbita posición” (busquen un diccionario si tienen mucho tiempo libre).

Al buen Ubaldo. Fren, esto lo tenía escrito desde antes de venirme pero no encontré forma de obsequiarlo como es debido así que, a la distancia y con todo mi aprecio va pa’lla.

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Hay de ti tanto de cierto
Tanta energía y letargo
Tal certeza y sin embargo
Tanto acierto y desacierto

Tantos sueños se perciben
En tu cavilar profundo
Que nacieron de este mundo
Que viven y se desviven

Aunque tus sueños liberen
Sos uno más de esas gentes
De esos cuerpos, de esas mentes
Que mueren y se desmueren

A bailar tu canto invita
Mas en tu intranquila calma
Sos cuerpo y mente, sos alma
Que suscita y resucita
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